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Fotoprotección oral

Llega el verano y con él, nuestras ganas de ir a la playa y broncearnos. La exposición al sol con moderación tiene múltiples beneficios para nuestro organismo, entre ellas la absorción de vitamina D que nos ayuda a gozar de una buena salud ósea al participar en la absorción del calcio.Sin embargo, cuando nos exponemos de forma prolongada o desprotegidos conlleva una serie de riesgos para nuestro organismo:

  • Quemadura solar → La radiación solar causa daños en las primeras capas de la piel, produciendo un leve enrojecimiento. Si es capaz de dañar capas más profundas se producirían quemaduras de segundo grado, acompañadas de ampollas, edema y dolor.
  • Envejecimiento cutáneo (fotoenvejecimiento) → Los rayos del sol pueden también causar daños en las fibras de elastina, que son las encargadas de hacer que nuestra piel luzca joven y firme, volviéndola flácida.
  • Deshidratación → Una exposición prolongada al sol puede causar deshidratación, especialmente en los grupos de riesgo: ancianos, niños y embarazadas. Es importantísimo hidratarse continuamente en las estaciones de más calor, y prestar especial atención a síntomas como dolor de cabeza, mareos, delirios,… ya que pueden adelantar una posible deshidratación. Esta situación puede causar un golpe de calor, e incluso una insolación.
  • Cáncer de piel → Los rayos solares pueden provocar alteraciones en las moléculas que almacenan nuestra información genética: el ADN. Este daño puede ser directo, o puede ser indirecto, a través de radicales libres, moléculas muy oxidantes que son las que causarían ese daño al ADN. En nuestro interior tenemos sistemas de reparación para estas alteraciones, pero puede ocurrir que el daño sea tal que no sea suficiente para repararlo totalmente, pudiendo producirse un melanoma o cáncer de piel. En estas situaciones se produce un sobrecrecimiento de células pigmentarias de la piel, apareciendo lo que se conoce como «nevus», una mancha de color marrón que cambia constantemente de forma y tamaño (esto es lo que lo diferencia de los lunares). Hay que tener en cuenta que de los 2 millones de nuevos melanomas que se producen al año, un 90% de los mismos se deben a la exposición solar. Es por ello que debemos observar nuestro cuerpo y acudir al dermatólogo si observamos crecimiento anormal (forma y color) de lo que nosotros pensamos que es un simple lunar.

Todo esto es aún más preocupante cuando se tiene en cuenta que cada año aumenta la incidencia solar en un 2,3%. Pero… ¿por qué se producen todos estos daños? ¿Qué tiene el sol para producir todo estos efectos dañinos a nuestra piel? La energía solar se podría clasificar de la siguiente manera:

  • Radiación infrarroja: Este tipo de radiación es capaz de llegar hasta la capa más profunda, la hipodermis, y es capaz de producir fotoenvejecimiento.
  • Luz visible: Afecta a la capa intermedia de la piel, la dermis y es la responsable de las reacciones fotoalérgicas, y además es capaz de potenciar los efectos dañinos de las otras radiaciones. Dentro de este rango se incluye la luz azul, proveniente de los aparatos electrónicos como móvil, ordenadores… relacionada con la aparición de manchas. Por eso es tan importante aplicarse la fotoprotección aunque sólo vayamos a estar por casa o a trabajar en un espacio cerrado.
  • Radiación UV: que se subdivide en radiación UVA y radiación UVB. La UVA (llega hasta la dermis) está relacionada con el fotoenvejecimiento (arrugas y manchas) debido al daño indirecto a través de radicales libres, mientras que la UVB (llega sólo a la  capa más superficial, la epidermis) se relaciona con las quemaduras y el eritema que producen de forma directa el sol.

Como vemos, todas pueden dañar las primeras capas de la piel y algunas otras pueden incluso dañar capas más profundas de la piel, siendo más graves las consecuencias de éstas. Por tanto, la manera que tenemos de evitar todo esto es a través de la FOTOPROTECCIÓN, siempre buscando fórmulas que sean de amplio espectro, es decir, que nos protejan frente a todas estas radiaciones. Por ello, todos nuestros protocolos se basan fundamentalmente en la fotoprotección (y en la limpieza), ya que estos 2 pasos deberían ser la base de la pirámide de nuestra rutina diaria.

La fotoprotección se basa en productos que se aplican directamente sobre la piel y que son capaces de dispersar la radiación solar. Sin embargo, antes mencionábamos los tan de moda «radicales libres», y una vez se hayan formado en nuestra piel, tendremos que actuar de otra manera que sólo dispersando los rayos del sol. Es por ello que hoy en día cada vez mas se añaden ANTIOXIDANTES a las fórmulas, que ayudan a repañar el daño solar, a neutralizar a esos tan oxidantes radicales libres; así como REPARADORES DEL ADN, para que en el caso de no haber conseguido neutralizar a todos los radicales libres y éstos hayan interactuado con el ADN, repararemos ese daño. ¿Parece magia no? Pues existen en el mercado fórmulas que contienen todo esto que acabamos de nombrar, vamos a presentarte algunos ejemplos:

  • Isabel Sánchez-Gijón: si pinchas en el link anterior, encontrarás la fotoprotección que buscas, tanto para el cuerpo como para la cara. Disponemos de diferentes texturas: crema, bruma, leche, spray,… para que elijas la que mejor se adapte a tu piel. Además, podrás escoger entre SPF30 y SPF50, y con o sin color. Todas las fórmulas incluyen vitamina E, antioxidante, que nos ayudará a neutralizar los radicales libres causados por el sol, y además, las faciales incorporan ácido hialurónico que hidrata y contrarresta las arruguitas.
  • Heliocare: en el link podrás acceder a todos los productos de la marca, donde encontrarás fórmulas faciales y corporales. Todos los productos de Heliocare cuentan con protección de amplio espectro, antioxidantes y reparadores del ADN, si bien es verdad que la gama 360º goza con mayor concentración de éstas dos últimas, especialmente indicado en pieles con necesidades «extra»: melanoma o con antecedentes, momentos de exposición intensa, pieles sensibles, queratosis actínica,… Además, la gama nos ofrece fórmulas de todo tipo: crema, gel, gel-crema, gel oil-free,… por lo que siempre habrá una que se adapte perfectamente a tu tipo de piel, sabremos aconsejarte para que la encuentres. Si lo prefieres, también puedes escoger «fotomaquillarte», ya que la marca ha incorporado el formato cushion que facilita el poder retocarte tanto el color como la protección al salir de casa, ya que se puede llevar cómodamente en el bolso.

Y si después de todo esto te cuento que el 55% de la radiación atraviesa los filtros de las fórmulas, ¿qué hacemos entonces? En primer lugar, no habría nada que temer si nos aplicamos de forma correcta el protector (tanto para el día a día como para la playa, la aplicación debe ser la misma para las zonas que vayan a ser expuestas): cantidad generosa (2 dedos de crema para toda la cara) y reaplicando cada 2 horas. En este punto tengo que aclarar que casi nadie se aplica la cantidad correcta en el tiempo adecuado, por lo que el SPF50+ ya no será real, ni la mitad, sino muchísimo menos. Por lo tanto, debemos siempre escoger fórmulas con un SPF alto, para trabajar con mayor margen de seguridad.

Y ahora pasamos a la novedad en cuanto a fotoprotección, la que convertirá a tu rutina y a ti en el TOP de la protección solar: fotoprotección oral. 

Usando la frase anterior, un 55% de zonas de nuestro cuerpo quedan totalmente DESPROTEGIDAS (orejas, nuca, mucosas,…) ¿cómo podemos actuar ahí? Pues utilizando fotoprotección oral, que llega donde la fotoprotección tópica no llega y suple la falta de reaplicación o de cantidad del protector solar. Heliocare lo ha vuelto a hacer, esta vez con la fotoprotección oral y nos ofrece estos productazos para cuidarnos desde dentro hacia fuera:

  1. Heliocare Ultra-D: Nos ayuda a prevenir las manchas, el fotoenvejecimiento y las alergias solares. Indicado para pieles sensibles al sol, con antecedentes de melanoma, en tratamiento con medicamentos fotosensibilizantes.
  2. Heliocare 360º: Nos ofrece protección frente a las 4 radiaciones, evitando el fotoenvejecimiento, las manchas y las alteraciones cutáneas. Se deben utilizar en las épocas de mayor exposición al sol.
  3. Heliocare 360º Junior sticks: estos sobres contienen gran cantidad de antioxidantes que protegerán a los más pequeños de la radiación solar. Son perfectos para el verano para acudir a la playa y especialmente para los campamentos de verano, donde no sabemos si se reaplicará el fotoprotector estrictamente cada 2 horas, así jugaremos con un mayor margen de seguridad ante el eritema. Son muy cómodos de tomar, ya que se disuelven directamente en la boca, aunque también se puede disolver en agua o zumo de frutas, y gozan de un agradable sabor a naranja.

Ambas llevan el Fernblock®, un extracto estandarizado de helecho que es fuente natural de sustancias antioxidantes ricas en derivados fenólicos. Éste nos proporciona 4 niveles de protección:

  1. Inmunológico: actúa a nivel de las células del sistema inmunitario que tenemos en la piel, protegiéndolas frente al daño solar.
  2. Frente al eritema: aumenta hasta 3 veces la resistencia frente a la quemadura solar.
  3. Antioxidante: como ya dijimos, es una fuente rica de antioxidantes, que neutralizan a los radicales libres
  4. ADN celular: si frenamos a los radicales libres, éstos no serán capaces de actuar interactuando y mutando al ADN.

¿Cómo se toman? 1 en el desayuno y otra 30 min antes de la exposición, ya que el pico de absorcion es a las 3h, siempre asociado al fotoprotector tópico, ya que la fotoprotección oral es un complemento a la primera. Nosotras recomendamos tomar Ultra-D durante los meses de noviembre-marzo, y Heliocare 360º durante los meses de mayor intensidad solar.

Pasando a la práctica, vamos a recomendar como deberían ser las rutinas para cuidar la piel del daño solar, tanto de diario como para esos días en los que vamos a la playa. En ambas lo más importante es la limpieza y la protección, de manera que los productos intermedios deberán adecuarse a cada tipo de piel y necesidad de la piel, estaremos encantadas de asesorarte. Si quieres convertirte en una experta en la limpieza ( y triple limpieza) recuerda que tenemos un post hablando sobre ella AQUÍ.

FOTOPROTECCIÓN EN LA RUTINA DIARIA

  • Limpieza
  • Productos (contorno de ojos, sérum, crema o gel,…)
  • Protección solar → aquí puedes elegir una fórmula sin color o con color y de la textura que más se adapte a ti. Aquí podrás encontrar la que más se adapte a ti. Tanto si la eliges con o sin color, hay que reaplicar cada 2 horas, lo cual puedes hacerlo con una bruma (haciendo movimiento de «S» sobre la cara) o con el cushion que antes comentábamos. Recuerda que la cantidad aconsejada para la cara son 2 dedos de producto, tal que así:

Además, para las más «pros» recomendamos 1 cápsula al día de las cápsulas Heliocare Ultra D.

Una opción que nos gusta mucho recomendar es el Fotoultra 100 Age Repair de Isdin, ya que tiene triple acción: protege, repara y revierte los signos del fotoenvejecimiento. Es decir, que con este producto tendríamos cubierto el paso de la crema y del fotoprotector. Además, tiene una textura tan suave y fresquita que también te serviría para reaplicarte la protección a lo largo del día. Otro producto similar para acortar rutinas son las ampollas Endocare C Proteoglicanos SPF30, que también nos protege frente al fotoenvejecimiento, y además el formato ampolla está gustando muchísimo por lo cómodas que son de utilizar.

FOTOPROTECCIÓN EN LA RUTINA DE PLAYA

Tu rutina para ir a la playa se ve ligeramente modificada, ya que recomendamos acudir a la playa con la cara limpia y fotoprotegida, con la fórmula que hayamos escogido. Recordemos que la fotoprotección se debe aplicar media hora antes de salir de casa, ya que los filtros que hacen de barrera para evitar la radiación solar necesitan un tiempo para activarse (esto no tendríamos que hacerlo si nuestra fórmula contiene filtros minerales). Además, se deberá tomar 1 cápsula Heliocare Ultra-D por la mañana y otra cápsula de Heliocare 360º media hora antes de ir a la playa, ya que va a ser el momento de mayor exposición del cuerpo a la radiación solar.

Una vez en la playa, al igual que en la rutina anterior, se debe reaplicar la crema tanto facial como corporal cada 2 horas y en la misma cantidad que antes. En el caso de los niños (podrás ver la fotoprotección para ellos aquí), es importante, además de seguir estas pautas, protegerlos del sol físicamente, a través de sombrillas, sombreros,… ya que recordemos que el 80% del daño solar se produce antes de los 18 años, y por lo tanto son uno de los grupos de la población que más habría que proteger.

Un truquito para los más aventajados: si utilizamos ampollas antioxidantes en nuestra rutina diaria, y como se utiliza 1/2 ampolla por la mañana, podemos aplicar la otra 1/2 al volver de la playa, ya que generamos radicales libres hasta 3 horas después de salir de la playa, y de esta manera los neutralizamos.

Sin más, espero que les haya gustado la publicación y, como siempre, si les surge alguna duda pueden dejarla en comentarios o contactar con nosotras DESDE AQUÍ. 😘

 

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